
"Combatirse a sí mismo es la guerra más difícil;
vencerse a sí mismo es la victoria más bella"
Friedrich Von Logau
Acabo de renacer de mí mismo,
como el hombre que elevándose atraviesa las llamas,
plasmado por Orozco en la capilla del Hospicio Cabañas
he escapado de la opresión, de la oscuridad, del tedio,
de mí propia indiferencia, he huído de mí
atravesé con temor por la única salida que tenía,
ascendí por el aire, el fuego me cercaba,
la decisión fue difícil, pensé que me podría destruir,
sin embargo el temor a ser abrazado fue vencido
por esa sensación proveniente de los más profundo de mí ser
el hastío de dejarme vencer cotidianamente por mí mismo,
de no verme, de no escucharme, de no amarme, de no respetarme,
pero sobre todo de no honrarme como persona humana,
entendí qué ese era el camino a la autodestrucción,
fue así como comprendí que todo venía del interior
que nada ní nadie puede aniquilarme
que solamente dentro de mí existe esa potestad,
con certeza supe que no existe fuerza externa que pueda derribarme,
arruinarme, destrozarme, derrotarme, o exterminarme
entendí que esa energía estaba en mí interior
y que si aprendía a utilizarla sabiamente, no lastimaría mi espíritu,
al contrario le daría nobleza, majestad y generosidad,
que solamente así podría amarme tal y como soy
para después amar a los demás
Gracias por invitarnos a este viaje a tu interior, en la autocrítica honesta y reflexiva, a veces abrirse de par en par es la mejor manera interiorizar.
ResponderEliminarUn abrazo.