sábado, 15 de mayo de 2010

Como un Arbol



Señor, sea mi vida a tus ojos como un árbol,
Señor, se mi oración a tus ojos como un árbol.

Dame raíces que se hundan en la tierra,
para que me afirme en los tiempos antiguos,
para que arraigue en la fe de mis padres.

Dame fuerza para desarrollar un tronco fuerte,
a fin de estar erguido en mi lugar,
sin vacilar,
aún cuando rujan las tempestades

Señor, sea mi vida a tus ojos como un árbol,
Señor, sea mi oración a tus ojos como un árbol.

Concede que de mí surjan ramas libremente;
que se fortalezcan como hijos míos
y que se tiendan hacia el cielo

Dame futuro que reverdezca mi follaje,
que luego del invierto
vuelva a florecer la esperanza,
y cuando sea el tiempo oportuno
que yo dé frutos

Anselm Grün